El proceso Lean representa un cambio fundamental en la forma en que las empresas crean sitios web, software, productos y gestionan el marketing. Lean se trata de validar hipótesis e iterar para reducir el tamaño de las fallas y aumentar las posibilidades de éxito.
El proceso de lean marketing es altamente iterativo. La iteración, las pruebas y la medición son elementos fundamentales de toda filosofía Lean, la cual explicaremos mejor en el siguiente artículo.
Es posible que usted reconozca la expresión de lean marketing del libro Lean Startup de Eric Ries, fundador de “Catalyst Recruiting” y “There Inc.” (un gran éxito de Silicon Valley). Este emprendedor recomendó construir un modelo de negocio a partir de un marco de 9 puntos para tener siempre en mente y a la vista lo esencial.
En este sentido, el lean marketing se reduce a seguir siendo siempre una start-up de corazón, apegada lo más posible a las realidades presentes, consiste para un ser humano en aprovechar cada día para mantenerse joven de espíritu. Cada día debe tener su cuota de innovaciones.
Como lo demuestran las fechas dadas, es en tan solo unos pocos años que el marketing Lean ha dado la vuelta al mundo y se ha forjado un lugar en los mundos del marketing web y el inbound marketing. Es una estrategia que funciona, innegablemente basada en el “empirismo organizador” aplicado a los negocios.
Lean marketing se trata de utilizar un circuito de retroalimentación, datos, iteración y validación para lograr el éxito rápidamente con los esfuerzos de marketing. Los especialistas en lean marketing estudian los resultados de pequeñas campañas de prueba, aprenden de los resultados y desarrollan los elementos de la campaña.
Asimismo, Lean marketing es ante todo un método. Y esto último se basa en el principio de innovación continua, adaptación permanente. Sin embargo, no se trata de dejarse llevar por sí mismas, se deben respetar distintas fases o etapas racionales (empezando por el tríptico construir → medir → aprender).
Actualmente estamos justo en medio de los desafíos de innovación que debe enfrentar cualquier empresa que desee desarrollarse o, incluso, sobrevivir.
A través de su flexibilidad y su filosofía de cuestionamiento incesante, el lean marketing también va acompañado de una preocupación por la optimización. Siempre tendrás un punto a mejorar, por tu cuenta o con el apoyo de profesionales de marketing, por lo que el lean marketing está llamado a apoyar constantemente el crecimiento de tu negocio. Cada nuevo ciclo debería corresponder a una nueva estrategia
Esta flexibilidad se refiere a una mejora permanente de su oferta y de su imagen de marca, incluso de sus estructuras comerciales, de acuerdo con el mercado (la competencia en particular) y su público objetivo.
En el lean marketing, cada acción se simplifica. Se lleva a cabo con un propósito específico y por un costo estimado de antemano. Es una experiencia cuyos frutos son también, además de la captación de clientes, el ahorro a todos los niveles.
El Lean marketing funciona en un ritmo ternario basado en tres polos que se distribuyen entre sí: construir, medir, aprender. Estamos constantemente probando nuevas soluciones para encontrar el compromiso ideal, con un seguimiento diario.
Identificamos un problema que merezca ser solucionado por el cliente potencial. En este punto solo lo identificamos y definimos. A partir de aquí viviremos un proceso de aprendizaje constante.
Construimos un prototipo, lo que se denomina un Producto Mínimo Viable (PMV), es decir, un experimento o un test que permita validar las hipótesis que hemos planteado para solucionar el problema. Este prototipo debe realizarse buscando el máximo impacto con una baja inversión de tiempo y dinero.
Si no se mide, no se hace. Debemos ahora medir todos los resultados del experimento o del prototipo. Cuando logremos ese producto mínimo viable podremos estudiar y medir todos los resultados obtenidos para dar por bueno el experimento y pasar a la siguiente fase. Tener en cuenta la voz del cliente es clave en este punto.
Aprendizaje para poder seguir mejorando. Entender qué cosas han salido bien y qué cosas han salido mal, para seguir implementando en los próximos experimentos.
Volveremos a repetir todos los puntos anteriores una y otra vez hasta lograr versiones definitivas.
La mayoría de las empresas que tienen éxito cambian su modelo de negocio en el camino hacia el éxito. El cambio es inevitable. En lugar de invertir una cantidad significativa de recursos en un producto, sitio web o campaña de marketing y esperar lo mejor, Lean proporciona una mejor manera y reduce el riesgo de falla al reconocer la falla dentro del proceso, aceptarla y tomar decisiones rápidas e informadas. cambios para evolucionar el plan a lo largo del camino. Entre sus principales beneficios se encuentran:
Mantener la organización centrada en el cliente
Mejora de la velocidad de comercialización
Hacer que los equipos sean más productivos
Mejorar la priorización
Entregar productos finales mejores y más relevantes
Aumento del rendimiento/velocidad del trabajo entregado
En lugar del método tradicional en cascada, donde el producto final se determina por adelantado y los equipos no se ajustan ni se adaptan en el proceso de creación, el lean marketing tiene las siguientes características:
Se centra en la priorización basada en la realidad para crear iniciativas de marketing que cumplan con los requisitos del cliente.
Divide grandes entregas a largo plazo en miniproyectos, ofrece pequeñas ganancias cada pocas semanas y se itera hacia una solución óptima.
Basado en semanas entre el concepto y la entrega frente a meses.
Las reuniones de estado frecuentes se centran en lo que está funcionando, lo que se ha hecho y lo que impide que su equipo haga más, lo que dificulta que los problemas se oculten.
Si las cosas cambian o las personas se desvían, es una corrección rápida, no una revisión completa.